La trama de relaciones e intereses
entre Brasil y Ecuador es extremadamente débil, probablemente la menos densa en
América del Sur. En sus proporciones e intereses, Ecuador y Brasil se
desconocen mutuamente, ninguno de los dos países presenta factores de amenaza
pues no comparten actividades que puedan comprometer directamente a sus
poblaciones e instituciones. Ecuador es
un país no-ribereño del Amazonas, pero es un contribuyente activo a la cuenca
por la biodiversidad. Siendo uno de los dos países de América del Sur sin
frontera con Brasil, tampoco ha sido directamente impactado por su actividad
comercial o la influencia cultural. Sin embargo, ambos países, al igual que la
mayoría de países latinoamericanos, tienen algo en común, un “sistema educativo
deficiente”. La pobreza, falta de inversión educativa, inadecuada
infraestructura, salarios bajos, desigualdades socio-económicas, abandono
escolar, la presencia de las drogas entre los niños y adolescentes, constituyen solo algunos de los problemas que
enfrentan los sistemas educativos de dichos países.
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